Hace 100 años, el 13 de Mayo de 1917, a 120 kilómetros de Lisboa, la Capital de Portugal, en La Cova de Iria, cercano a Fátima, se encontraban en el campo 3 pastorcitos, Lucia de 10 años, Francisco de 9 y Jacinta de 7 años. Ellos, inocentes, analfabetas y ajenos del convulcionado mundo del momento por la terrible primera guerra mundial, y la cercanía de la revolución bolchevique, fueron escogidos por Dios para recibir el mensaje de Salvación de manos de la Virgen María.
Ellos, niños campesinos, sencillos y piadosos, estaban desarrollando su actividad diaria de cuidar su rebaño de ovejas. Allí fueron sorprendidos por la Virgen María que con gran dulzura les pidió que regresasen a este sitio el mismo día de cada mes a la misma hora.
Así comenzó uno de los acontecimientos más importantes y trascendentales del mundo Católico que se extendió a lo largo de seis meses completando un mensaje contundente de salvación y que al final, durante el milagro del sol, fue visto y vivido por más de 70.000 personas.
La "LINDA SEÑORA" como la llamaba la pequeña Jacinta, fue capaz de unificar a esos tres pequeños y darles el valor necesario para enfrentar toda clase de obstáculos y persecuciones, llegando incluso a someterse a bejámenes y amenazas claras contra sus vidas.
De igual manera la "LINDA SEÑORA" les dio la fortaleza para aceptar sin duda alguna, cualquiera de sus pedidos y además, a su corta edad, la madurez y el valor para ofrecer sacrificios por la conversión de los pecadores, desagraviar al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, ofendidos por todos los ultrajes, sacrilegios e indiferencias que los hombres cometen contra ellos.
A lo largo de las 6 apariciones de la Virgen en Fátima y en la medida en que pasaban los meses, los niños recibían el mensaje que Dios quería hacer llegar a través de Nuestra Señora, la gente se iba enterando del milagro y de igual manera la cantidad de creyentes y curiosos iban aumentando hasta alcanzar multitudes que de manera contundente confirmaban la presencia de la
Madre de Dios y que además pudieron ver y vivir personalmente
el milagro innegable de las apariciones y de la Danza del Sol.
Con el fin de conmemorar los 100 años de las apariciones de Nuestra Señora en 1917 en Fátima, y difundir el mensaje dejado por ella con los 3 pastorcitos, en el mundo entero se organizan celebraciones piadosas, peregrinaciones, novenas entre otros eventos. A ello no podrían ser ajenos los HERALDOS DEL EVANGELIO (Caballeros de La Virgen) incluidos el grupo de Consagrados, Postulantes y Terciarios radicados en Chiquinquirá y poblaciones circunvecinas.
En
Cabeza del Párroco de la Catedral el Padre Leonardo Ruíz y el Padre
Luis Alberto Murcia, Vicario, se llevó a cabo la celebración del 13 de
Mayo en la Compañía del grupo de Terciarios de los Heraldos del
Evangelio.
La tarde comenzó con una procesión y Rosario en el parque David Guarin,
contiguo a la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús.
Con gran devoción los asistentes acompañaron a Nuestra Señora con el Santo Rosario.
En una Catedral abarrotada, la gente esperaba con ansiedad la entrada de la Virgen que al llegar fue recibida con aplausos y solemnes notas musicales.
El Padre Leonardo Ruiz Presidió la Solemne Eucaristía, acompañado por el Padre Luis Alberto Murcia, Vicario de la Catedral.
En el Sermón, el Padre Leonardo Insistió en que debemos acoger el mensaje de Fátima en toda su extensión. Que debemos abandonar lo del mundo y acordarnos que estamos de paso, que nuestro destino final es el Reino de Dios. Reforzó la importancia de la caridad, la conversión y el buen ejemplo de quienes se dicen Católicos.
Al final de la Eucaristía se llevó a cabo la Coronación de Nuestra Señora. La Corona fue impuesta por el Padre Ruiz y la camándula la colocó la Señora Blanca Yizeth Ramirez quien en esta fecha realizó su Primera Cumunión.
La inmensa alegría conmovió a todos e incluso algunos con lágrimas en los ojos aplaudían a nuestra Señora y entristecidos se despedían una vez terminada la Eucaristía.
Finalizando la Eucaristía, Los Heraldos del Evangelio agradecieron al Padre Leonardo y al Padre Luis por su constante hospitalidad y por haber abierto las puertas de la catedral en forma incondicional para celebrar los 100 años de las apariciones de Fátima.
Pasado el Evento, Los Terciarios de los Heraldos organizaron un agradable compartir con Los Sacerdotes, las personas consagradas y postulantes que colaboraron para
lograr el éxito de tan importante acontecimiento.
En esta oportunidad todo comenzó con una hermosa oración ofrecida por el Padre Luis.
Después se llevó a cabo un brindis por Nuestra Señora y por el
TRIUNFO DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA.
Siendo las 8 de la Noche, con gran alegría, y con la esperanza de haber cumplido
con la voluntad de Dios, se dio por terminada la celebración.
"RECEN EL ROSARIO TODOS LOS DÍAS PARA ALCANZAR LA PAZ.
A
través de este Medio el grupo de Consagrados, Postulantes y los
Terciarios de los Heraldos del Evangelio agradecen a todos los fieles y
devotos de Nuestra Señora por haberse hecho presentes y participes de
esta celebración.
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