miércoles, 28 de mayo de 2014

Bajo una Cruz del cielo Chiquinquireño niños de los Heraldos montan ...










La Superioridad del alma humana venciendo la fuerza y la materia
 
Niños de los Heraldos montan…
El caballo está dotado de una musculatura admirable y con gran vitalidad. Sin embargo, andan bajo el yugo de los niños quienes se mantienen serenos y elegantes controlándose a sí mismos y al animal.
Símbolo admirable de la victoria del espíritu sobre la materia, del hombre sobre lo bruto.
¡Qué bello tema de meditación para los hombres de una época como la nuestra, que tan frecuentemente se dejan dominar, ya no por lo animal, sino por algo que en el orden de los seres es muy inferior, esto es, por la máquina!





En la mañana del Sábado 24 de Mayo en pleno mes de la Madre, día de María Auxiliadora y con un día esplendoroso, se reunieron algunos niños y jóvenes del grupo de la orden Tercera de Chiquinquirá para disfrutar de un momento de sol y gozar de la oportunidad de perfeccionar sus técnicas de Chalanería.

El sitio, "Restaurante y mirador La Roca" es absolutamnete bello, esta ubicado en las goteras de Chiquinquirá y ofrece una vista maravillosa. Esta es la sede de la escuela del profesor Wilder Calvera, Zootecnista de profesión pero dedicado a los caballos por amor y tradición



Con él, los niños han aprendido todo lo relacionado con el caballo, como cogerlos, limpiarlos, cepillarlos, ensillarlos, los nombres de los aperos, y obviamente a dominar su temor. 

Dentro de las cosas importantes de la equitación se puede asegurar que el contacto con los animales desarrolla en los niños el respeto y la importancia de cuidarlos y procurarles un ambiente sano.



Se ha dicho que la interacción entre jinete y caballo fomenta la habilidad para trabajar en equipo.

El caballo le permite a los niños aumentar su autoestima, desarrollar el equilibrio y darle armonía y estética a nuestras vidas.


De igual manera, esto permite un mayor contacto con la naturaleza, un contacto cercano con la imponencia y la belleza del caballo y de su ambiente natural, el Campo.

El caballo une a la gente y así mismo aglutina a la familia. Acá se ve que ha aglutinado a los Heraldos. 

Según expertos El que domina un caballo se domina a si mismo.



Nunca antes había sido tan divertido estar en la clase con don Wilder, no importaba como estuvieran o si tenían alergias, lo importante era compartir con los demás.

Fueron casi dos horas de intensa emoción, especialmente considerando que con frecuencia se asiste a estas clases pero cada niño por separado.

En esta ocasión, por razones que solo Dios tenía prevista, todos llagaron al tiempo a la cita equina


Todo Transcurría con gran alegría y tranquilidad, los padres de familia charlaban de muchas cosas con entusiasmo cuando de repente la emoción se convirtió en euforia al ver en el cielo y sobre una nube que parecía un gran plato, una hermosa cruz. 

Una señal de alianza, un mensaje de Dios, complacido por la presencia de estos niños, pequeños apóstoles, compartiendo con el animal más hermoso de la creación.



Para complementar este día maravilloso, un cuento destacando la importancia de aprender a amar los animales, respetarlos y cuidarlos.

Un hombre, su caballo, su perro y el cielo[Cuento. Texto completo.]Anónimo
Un hombre, su caballo y su perro caminaban por una calle. Después de mucho caminar, el hombre se dio cuenta de que los tres habían muerto en un accidente.Hay veces que lleva un tiempo para que los muertos se den cuenta de su nueva condición. La caminata era muy larga, cuesta arriba. El sol era fuerte y los tres estaban empapados en sudor y con mucha sed. Precisaban desesperadamente agua. En una curva del camino, avistaron un portón magnífico, todo de mármol, que conducía a una plaza calzada con bloques de oro, en el centro de la cual había una fuente de donde brotaba agua cristalina. El caminante se dirigió al hombre que desde una garita cuidaba de la entrada.
-Buen día -dijo el caminante.
-Buen día -respondió el hombre.
-¿Qué lugar es este, tan lindo? -preguntó el caminante.
-Esto es el cielo -fue la respuesta.
-Qué bueno que llegamos al cielo, estamos con mucha sed -dijo el caminante.
-Usted puede entrar a beber agua a voluntad -dijo el guardián, indicándole la fuente.
-Mi caballo y mi perro también están con sed.
-Lo lamento mucho -le dijo el guarda-. Aquí no se permite la entrada de animales.
El hombre se sintió muy decepcionado porque su sed era grande. Mas él no bebería, dejando a sus amigos con sed. De esta manera, prosiguió su camino. Después de mucho caminar cuesta arriba, con la sed y el cansancio multiplicados, llegaron a un sitio cuya entrada estaba marcada por un portón viejo semiabierto. El portón daba a un camino de tierra, con árboles de ambos lados que le hacían sombra. A la sombra de uno de los árboles, un hombre estaba recostado, con la cabeza cubierta por un sombrero; parecía que dormía...
-Buen día -dijo el caminante.
-Buen día -respondió el hombre.
-Estamos con mucha sed, yo, mi caballo y mi perro.
-Hay una fuente en aquellas piedras -dijo el hombre indicando el lugar-. Pueden beber a voluntad.
El hombre, el caballo y el perro fueron hasta la fuente y saciaron su sed.
-Muchas gracias -dijo el caminante al salir.
-Vuelvan cuando quieran -respondió el hombre.
-A propósito -dijo el caminante- ¿cuál es el nombre de este lugar?
-Cielo -respondió el hombre.
-¿Cielo? ¡Mas si el hombre en la guardia de al lado del portón de mármol me dijo que allí era el cielo!
-Aquello no es el cielo, aquello es el infierno.
El caminante quedó perplejo. Dijo:
-Esa información falsa debe causar grandes confusiones.
-De ninguna manera -respondió el hombre-. En verdad ellos nos hacen un gran favor. Porque allí quedan aquellos que son capaces de abandonar a sus mejores amigos.
FIN
Fuente cuento: Ciudad Seva

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