jueves, 16 de octubre de 2014

Domingo de Ramos, Misa Inaugural en Tocancipa

El grupo de Terciarios de Chiquinquirá, asistió a la Eucaristía inaugural de la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima en Tocancipá, Cundinamarca. Sospechando que la presencia de personas iba a ser monumental se salió de Chiquinquirá muy temprano. Como era de esperar la iglesia se lleno 1 hora antes de la Eucaristía, era difícil parquear. Ya a solo media hora del comienzo de la Eucaristía aparecieron las colas de carros y buses en espera de poder entrar.


Fué un Domingo de Ramos inigualable e inolvidable. Lleno de alegría y gran emoción por poder formar parte de los peregrinos que pudieron disfrutar de este maravilloso acontecimiento. 

En el Templo de Nuestra Señora de Fátima se habían dispuesto más de 2000 sillas que fueron ocupadas rápidamente. Muchos peregrinos se tuvieron que ubicar de pie en los corredores laterales y el central.

La cantidad de gente que estuvo presente para esta ocasión fue una grata sorpresa, más teniendo en cuenta que no se había promocionado la primera Misa que oficialmente es preinaugural. 

La Iglesia aún sin terminar es absolutamente impactante. La vista de los ramos, la alegría y la expectativa de los asistentes era contagiosa.
Se calcula que concurrieron alrededor de 3000 peregrinos.


La Eucaristía fue presidida por el Padre Carlos Tejedor Ricci  E.P., director para Colombia de Los Heraldos del Evangelio (Caballeros de la Virgen).

La entrada como siempre, solemne y sintiendo una emoción desbordada que cortaba la respiración. El Padre Tejedor paso bendiciendo los Ramos y con el hisopo paso echando agua bendita.

Debemos ser uno solo con Jesús en el sufrimiento y en la alegría. Todos tenemos días buenos, días gloriosos y llenos de éxito pero también tenemos días malos, llenos de contradicción, frustración y dolor. 

Debemos mirar todos esos días a la luz del Señor. Ya sean días tristes o felices, en todos ellos no debemos dejar de seguir y de agradecer al Señor.

No podemos olvidar que Jesús es nuestro Rey y el centro de nuestra vida. 

La presencia de la palma en nuestro hogar debe siempre recordarnos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Digamosle a Jesús que lo queremos siempre cerca, que lo queremos seguir no importa cuanto nos cueste.

No podía faltar la representación del grupo de la orden Tercera de Chiquinquirá.  Tan importante y sublime acontecimiento renovó el espíritu y llenó a todos de energía y muchos deseos para seguir adelante con el apostolado.

Ver tan hermoso templo, esa magnificencia, esa perfección, no nos permite apartar de la mente la infinita grandeza y misericordia de Dios. Hace crecer esa necesidad de estar siempre con Dios y con Nuestra Señora.




Una oportunidad que no se podía dejar pasar, era la foto del grupo de Chiquinquirá con El Padre Tejedor.




Con este maravilloso Domingo de Ramos crece el sentido de pertenencia con los Heraldos, la necesidad de seguir luchando mancomunadamente por tan importante obra y se blinda el compromiso con Dios, un compromiso que siempre debe estar ahí y que debemos renovar todos los días cumpliendo con lo que nuestra Madre Santa pidió en Fátima.

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