El día sábado 5 de Septiembre la comunidad
de la Parroquia de la Sagrada Familia de la ciudad de Chiquinquirá fue
convocada por el Padre Luis Alberto Bustos para un Rosario procesional por el
Barrio Colombia de la misma ciudad y una posterior Eucaristía.
A este evento fue invitada toda la
comunidad que abarca 5 barrios circunvecinos y el grupo de Terciarios de los
Heraldos del Evangelio.
El Rosario Empezó a las 6:30 PM desplazándose
por las principales calles del barrio y acompañados por una importante comitiva
de la comunidad de la parroquia.
Así ocurrió durante 45 minutos
aproximadamente acompañados por la Santa Cruz, el Busto de Nuestra Señora de
Fátima y una pequeña anda con la sagrada Familia.
Terminado el Rosario procesional se regresó
al improvisado templo y la Terciaria marta Hernández hizo una magistral
meditación sobre el quinto misterio Luminoso del Rosario. Pasado esto se dio inicio
a la sagrada Eucaristía.
Durante el sermón el Padre Luis enfatizó en
la importancia de poner siempre la dignidad del hombre por encima de todo lo
demás como lo hizo Jesús con sus discípulos. No podemos permitir que en algunos
casos las leyes humanas o preceptos sociales nos alejen del amor que debemos
profesar al prójimo.
Recordó que se comienza en esta fecha la jornada de
reconciliación y por la paz en el occidente de Boyacá. Que esta jornada debe
ser extensiva a todo el país y a todo el mundo y que para ello no debemos
olvidad que por encima de cualquier cosa debe primar el amor incondicional que
debemos sentir por nuestro hermano.
Antes de terminar la Eucaristía se llevó a
cabo la coronación de Nuestra señora por Parte del Padre Luis.
Finalizó la Eucaristía y el Padre invito a
la comunidad a las próximas Eucaristías y Rosarios que se iban a realizar
durante toda la semana. De igual manera agradeció la presencia de la comunidad
y la colaboración de todos los asistentes incluido el grupo de Terciarios de
los Heraldos del Evangelio a quienes de manera especial agradeció su presencia
afirmando que ese tipo de acompañamientos le fortalecían para seguir adelante
sin descanso en su tarea evangelizadora.
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