martes, 3 de diciembre de 2013

Peregrinación y Visita a Las Ordenes Primera y Segunda. Tocancipá - Bogotá


El Día 10 de Noviembre de 2013, se llevó a cabo la peregrinación a conocer el Seminario de la Orden Primera de Los Heraldos del Evangelio en Tocancipa, y La casa de formación de la Orden Segunda en Bogotá.


La visita permitió una mayor integración entre los nuevos consagrados con el grupo, comenzando con la visita  en Tocancipá, Cundinamarca a la Orden Primera Virgo Flos Carmeli. En este hermoso sitio se levanta en medio de la naturaleza un hermoso Templo, La Iglesia de Nuestra Señoora de Fátima.


Maravilloso fue poder ver los avances de la construcción que se aspira este terminada y lista para oficiar la primera misa el 13 de Abril de 2014, Domingo de Ramos.


Gracias a la gran generosidad de todos, va haciéndose realidad este bello templo


 Terminamos la Visita a Tocancipá con una hermosa Eucaristía que presidio el Padre Diego Cubides.


Poco después de haber almorzado nos dirigimos a Bogotá a conocer
la casa de Formación de la Orden Segunda, Regina Virginum.


Tuvimos momentos esplendidos que compartimos con las Niñas que con gran generosidad y amabilidad nos recibieron. 


Poco antes de Partir de Regreso a Chiquinquirá, llegaron las demás niñas de la Casa que se encontraban peregrinando en Ubaté Cundinamarca.


Con ellas llego Nuestra Señora de Fátima y se tuvo la oportunidad y el privilegio por parte de 2 nuevas consagradas de coronarla y ponerle el Rosario.


Para finalizar la visita, y como despedida,
Las Niñas nos ofrecieron un pequeño pero inolvidable concierto de despedida.


Cerramos el Día con un hermoso Rosario por las Ordenes de los Heraldos y el apostolado que llevan a cabo, por la Iglesia en construcción para que con las oraciones y ayuda de todos se complete pronto y ademas agradecimos a Dios y La Virgen por el día que nos regalaron y el tiempo compartido con el grupo de consagrados y terciarios que asistieron

Domingo con Jesús y María y Gran concierto en Honor a la Santisima Vírgen y Cristo Rey



Empezó este gran día con un almuerzo con los Heraldos en el 
Restaurante la Mariana de la ciudad de Chiquinquirá. 



Una vez terminado el almuerzo nos dirigimos a la Iglesia del convento de Las Clarisas en Chiquinquirá en donde se celebró una bella Eucaristía precidida por el Padre Juan Ovalle Director del Seminario de los Heraldos en Tocancipá. 


El Coro de los Caballeros de la Virgen se encargaron de embellecer aún más la Eucaristía, este maravilloso homenaje a Cristo Rey y a Nuestra Señora.


Por ser la celebración de Cristo Rey el Padre Juan enfatizo que dicho reinado comienza por tratar de no ofender a Dios. Que es muy importante permitir que ese reinado de Cristo este dentro de nosotros, que demos testimonio con nuestro actuar, que evitemos el pecado y que si caemos recurramos siempre al arrepentimiento.


También habló de las 3 virtudes teologales que son la Fe, La Esperanza y la Caridad. Nos permitió entender que la vida de fe, esperanza y caridad debería ser el hábitat y la atmósfera en que respira el cristiano, so pena de asfixiarse y ahogarse con el smog materialista de nuestro mundo.


Que las dos primeras virtudes las tenemos mientras estemos con vida. Tenemos Fe en la existencia del Reino de Dios, y tenemos la esperanza de ser parte de ese Reino en los cielos. Una vez partamos de este mundo y estemos ante la presencia de Dios esas dos primeras virtudes dejan de ser pues ya pasan a ser una realidad innegable.


En la naturaleza humana existe una disposición y la capacidad para la virtud que facilita la adquisición de las mismas cuando se ponen los medios adecuados para ello.



Una vez terminada la Eucaristía se dio comienzo al Concierto con la Banda sinfónica de 
los Heraldos Del Evangelio ( Caballeros de la Vírgen)


Se interpretaron gran numero de piezas musicales durante casi 
dos inolvidables horas que transcurrieron demasiado rápido.


Como es costumbre con los Heraldos, el Padre Juan hizo una ilustración de la relación de la música y especialmente de cada pieza interpretada con el Reino de Dios.


Los asistentes muy emocionados acompañaron con las palmas muchas de las piezas musicales interpretadas. Además respondieron a preguntas muy puntuales sobre nuestra fe. 

La interpretación musical hizo su recorrido transportándonos por diferentes países con sus respectivos compositores destacándose piezas musicales de Alemania, Inglaterra, España entre otros terminando con paso dobles dentro de los cuales se incluyeron hermosas piezas Colombianas.




El Padre Juan presento a los miembros de la banda y explico rápidamente lo que hace cada uno de ellos. Adicionalmente hizo un corto recuento de la trayectoria musical e intelectual de estos jóvenes.


Hasta los niños ganaron premios por su participación y sus respuestas durante el concierto



Agradecimiento especial a las Hermanas Clarisas de Chiquinquirá quienes tuvieron la oportunidad de disfrutar de la Eucaristía y del concierto desde su clausura.


Siendo ya casi las 6:00 PM termino el concierto al cual asistieron más de doscientos personas que colaboraron con alegría para poder seguir adelante con las obras y el apostolado de los Heraldos del Evangelio.

A todos ellos, nuestro agradecimiento, 
que Dios los Bendiga y la Virgen Santísima los proteja a todos

lunes, 2 de diciembre de 2013







EL MILAGRO EUCARISTICO DE AVIGNON 1443

Avignon Capilla del milagro

El Sorgue es un río que pasa por la cuidad de Avignon. El río se desbordaba cada ciertos años. Cuando esto ocurría, el agua inundaba las casas y fincas de los alrededores. A fines de noviembre de 1433, después de fuertes lluvias, vino una gran inundación. El agua penetró más que en años anteriores. Fue una de las peores inundaciones conocidas. En las noches del 29 y el 30 de noviembre, el nivel del agua subió a gran altura. Los Penitentes Grises (encargados de la Eucaristía), de la Orden Franciscana estaban seguros de que la pequeña iglesia de la Santa Cruz se había inundado y decidieron ir allí para salvar la Eucaristía y traerla a tierra seca. Dos de los superiores de los Penitentes Grises se subieron en un bote y remaron hasta la iglesia.
Cuando llegaron, descubrieron que el agua había subido hasta la mitad de la puerta de la entrada de la iglesia. Sin embargo, cuando abrieron la puerta, para su sorpresa, encontraron que el pasillo, desde la puerta hasta el altar, estaba completamente seco.   El agua se había acumulado formando paredes de agua a derecha e izquierda del pasillo, como a cuatro pies de altura. Nuestro Señor Jesús, en la Hostia Consagrada en la custodia, permanecía regiamente sobre el altar, completamente seco.
El milagro recuerda lo que cuenta la Biblia sobre el Mar Rojo que se parte ante el ingreso de los Israelitas y la división del río Jordán ante la entrada en el del arca de la alianza. Realmente, también les pareció de esa forma a los Penitentes Grises. Buscaron a otros miembros de los Penitentes Grises para que fueran y verificaran el milagro. Los cuatro Frailes oraron juntos y llevaron la custodia que contenía el Santísimo Sacramento a una Iglesia Franciscana en tierra seca. Cuando colocaron la custodia en el altar, leyeron del libro del Éxodo sobre la División del Mar Rojo (Éxodo 14:21): "Moisés tendió su mando sobre el mar e hizo soplar Yahvé sobre el mar toda la noche un fortísimo viento solano, que le secó, y se dividieron las aguas. Los hijos de Israel entraron en medio del mar, a pie enjuto, formando para ello las aguas una muralla a derecha e izquierda." Los Franciscanos escribieron el testimonio de los cuatro Frailes en los registros de su comunidad, donde se conservan hasta hoy día.

En este tiempo se creó una tradición que todavía está en práctica. El 30 de noviembre, de cada año, en la capilla de las Santa Cruz, los Penitentes Grises se ponen una soga alrededor del cuello, y arrastrándose piadosamente en sus manos y rodillas, vuelven a crear el incidente, trayendo a la memoria los pasos que siguieron sus antepasados, por el mismo camino que siguieron la noche del milagro.

Adoración en capilla del milagro
Hoy permanece la iglesia y la tradición del milagro. Los frailes le dan gracias a Nuestro Señor Jesús en el Santísimo Sacramento por haberles dado una señal tan poderosa de su Presencia Real. Los Peregrinos, especialmente esos con hambre de la Eucaristía, todavía visitan la pequeña iglesia a la orilla del río, para venerar y darle gracias al Señor por habernos dado este regalo especial en un momento en que se necesitaba Su Fortaleza.

Significado del Milagro
¿Cuál es el significado de este milagro? ¿Por qué fueron usados los símbolos del Éxodo de los Judíos en su cautiverio para que este milagro sucediera?
¿Podría ser que el Señor estaba usando este signo del Milagro Eucarístico para liberar a Su pueblo de las ataduras del pecado?

En el mundo de hoy, nos encontramos cautivos de una forma muy sutil, y destructora pues muchos ni se dan cuenta de que son esclavos. Estamos en un mundo de materialismo, consumismo, libertinaje y ateísmo. Nuestras vidas se encuentran manipuladas por la presión de amistades, películas, revistas, discos y anuncios de televisión. Drogas, alcohol, aborto, relaciones sexuales desordenadas, desprecio a la guía de los padres, egoísmo, y muchas otras cosas dominan las vidas de multitudes. Los que tienen la valentía de resistir las pasiones bajas para vivir el auténtico amor cristiano se encuentran bajo ataque constante. Sin embargo, tenemos un arma. El mismo milagro que el Señor realizó en la pequeña iglesia en Avignon ocurre para nosotros todos los días durante la Consagración en la Santa Misa. Nuestro Milagro Diario de la Eucaristía, puede librarnos de cualquier invasor. Nosotros tenemos que saber vivir y depender del milagro Eucarístico que se nos da cada día. No podemos sentarnos y esperar que algo suceda cuando recibimos el Milagro de la Eucaristía. Tenemos que ir hacia adelante, abrazarlo a El, y tomarlo a El en nuestro corazón. Así nos encontraremos liberados de la esclavitud del mundo, y de todas sus falsas enseñanzas.

El Milagro Eucarístico de Avignon nos recuerda la proclama de Jesús en Lucas
4:18: "Me envió a predicar a los cautivos la libertad, a los ciegos la recuperación de la vista; para poner en libertad a los oprimidos, para anunciar un año de gracia del Señor."
Un Milagro Eucarístico que ocurre en cada iglesia católica todos los días para liberarnos. ¿Cómo le respondemos?

Dirección de la capilla del milagro: 8, rue de Teinturiers, 84000 Avignon, Francia.

Enviado por el Caballero Jhon Freddy Echeverry