A este evento asistieron más de 150
personas entre los que se contaron quienes reciben los Oratorios e invitados.
Se empezó el día con un Rosario
Procesional con un cuadro de la Virgen de Chiquinquirá. Esté Rosario se llevó a
cabo a las 9:30 de la Mañana
Después del Rosario se ofició la
Eucaristía en la Capilla del Colegio, presidida por el Padre Juan Francisco
Ovalle y acompañados por las niñas de la Orden Segunda de Los Heraldos del Evangelio.
Empezó el Padre Ovalle hablando
de la festividad que se celebraba en este día que era la dedicación de la
Basílica de Letrán. El Padre ilustró a
los asistentes sobre la importancia de la Basílica de Letrán considerando que
es una de las 4 Basílicas Mayores que existen en el Mundo.
De igual manera explico lo que
significaba la Dedicación de un Templo, haciendo una comparación con el
Bautismo.
Dijo que así como recibimos a Dios y nos consagramos a Él con el Bautismo,
de la misma manera los Templos como la Basílica de Letrán, reciben a Dios con
la Dedicación.
Habló de la belleza de los
templos, de su arquitectura y de la importancia de los ornatos y decoraciones.
Enfatizó en que esto era muy importante y no había que caer en las posiciones
que tuvieron los Fariseos y Judas, quienes afirmaban que no les parecía
adecuado gastar tanto en las cosas de Dios.
Pidió no olvidar que nuestra vida
siempre debe apuntar a Dios y que todo lo relacionado con Dios siempre debe apuntar
hacia arriba. Destaco en este punto la arquitectura de la Catedral de Colonia en Alemania.
De la misma manera hizo una
comparación entre un Águila y una Gallina, pidiendo que nos atrevamos a volar
como un águila, mirando siempre al sol, a la Luz, a Dios, con un vuelo largo y
majestuoso y que no seamos como una gallina que emprende el vuelo y a pocos
metros cae. Siempre volemos hacia arriba, hacia Dios y no como la gallina,
hacia el piso, hacia el pecado.
Explico las lecturas, y se
concentró más en el Evangelio según San Juan, en el que se habla de la cercanía
de la pascua Judía. Que así como Jesús expulsó a comerciantes, cambistas y
negociantes del
templo, nosotros también debemos expulsar del templo de nuestro
cuerpo todos esos vendedores, esas impurezas y cosas mundanas que no permiten
que nuestro Templo sea digno de Dios. Reiteró
que somos Templos Vivos del Señor, que nuestro cuerpo no nos pertenece sino que
le pertenece a Dios.
Antes de finalizar la Eucaristía,
el Padre Ovalle coronó a Nuestra Señora de Fátima. En seguida, el señor Julio
Enrique Pirazán se consagró a Nuestra Señora.
Después se repartió un refrigerio y se dividió el grupo en niños, quienes se dirigieron a la
cancha deportiva del colegio para llevar a cabo competencias y un segundo grupo de adultos que regresaron
a la capilla a recibir del Padre Juan
una charla magistral sobre el Alma, el Cielo y el Purgatorio.
Pasada la charla y la recreación, se repartió el almuerzo, que consistió en una deliciosa lechona y
disponibilidad de otros refrigerios, postres y la oportunidad para que los
asistentes se acercaran a la Tienda Mariana.
Terminado el almuerzo se llevó a
cabo una obra de teatro en el auditorio del colegio. Ella fue bellamente
explicada entre cada escena por el Padre Juan Francisco, mostrando lo
desagradecidos que somos con la bondad y el amor que se nos da, y que aun así,
si nos arrepentimos de corazón y tenemos la verdadera intención de cambiar,
nuestro padre celestial siempre nos recibirá con los brazos abiertos.
A la salida se le agradeció a
cada asistente el haberse hecho presente y se les dio un recordatorio y una
invitación para conocer el templo de Tocancipá, los Oratorios y las obras de
los Heraldos del Evangelio.
Los asistentes se mostraron muy
agradecidos por el gran día que pudieron disfrutar, destacando la belleza de la
Eucaristía, la claridad del Sermón y de la Charla, el mensaje de la obra de
teatro y en general la organización del evento quedando todos atentos para una
nueva oportunidad.
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